El título de Reyes Católicos fue concedido a Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla. Eran hijos de Juan II de Castilla y de Juan II de Aragón.
La princesa Isabel desafió a su hermanastro, Enrique IV, dejándose proclamar heredera del Trono.
Isabel se casó con el príncipe heredero de Aragón, Enrique IV se opuso a aquel enlace y desheredó a Isabel en favor de su hija Juana, la Beltranejal.
Cuando Enrique murió, en 1474, Isabel se proclamó reina de Castilla, pero los partidarios de Juana, apoyados por Portugal, se resistieron, desencadenando la Guerra Civil castellana de 1475-79. Aquel mismo año Fernando fue proclamado rey de Aragón, por la muerte de su padre.
El matrimonio de los Reyes Católicos unificó por primera vez la Corona de Castilla y la Corona de Aragón, pero cada reino mantuvo su personalidad diferenciada hasta la aparición de España como Estado nacional en el siglo XIX.
Los Reyes Católicos intentaron unir toda la peninsula mediante enlaces matrimoniales de sus hijos con príncipes portugueses, todos fracasaron por fallecimientos prematuros.
En cuanto al último territorio musulmán que quedaba en la península Ibérica, el reino nazarí de Granada, los reyes impulsaron la Guerra de Granada (1480-92).
Una vez finalizada la reconquista impulsaron la penetración en el norte de África, concluyendo la conquista de las Canarias y estableciendo bases en Mazalquivir, Orán, Bugía, Argel y Trípoli; por otro lado, protegieron a Colón en su intento de buscar una ruta marítima hacia Asia por el oeste, dando lugar al descubrimiento de América (1492).
Cuando murió Isabel en 1504, Fernando pasó a ejercer la Regencia en Castilla en nombre de su hija Juana I; pero su mal entendimiento con su yerno, Felipe I, le obligó a retirarse a sus reinos en 1506. La muerte de Felipe I y la incapacidad por enfermedad mental de Juana I permitieron que don Fernando volviera a ocuparse de la Regencia de Castilla en 1507, en nombre de su nieto Carlos I.
Al morir don Fernando, legaba a Carlos I un conglomerado de territorios que se mantendrían unidos durante siglos formando la Monarquía española: los reinos de la Corona de Castilla, la de Aragón (con Cataluña, Valencia y las Baleares), Navarra (hasta los Pirineos) y Canarias, con proyecciones hacia Italia (Nápoles, Sicilia y Cerdeña), América y el Magreb.
Epílogo
Hace 12 años